Pasos adelante

Después de unos días atascada en aquel bache. Parece que conseguimos dar unos pasos hacia delante.

El miércoles pasado hablé con Txema. Su conversación me motivaba tanto que sentía ganas de ponerme a caminar hacia Santiago en ese mismo momento. Claro, así no hay bache que detenga a nadie.

Me aclaró, que la handbike que había probado y rechazado  era una mixta que requiere trabajo con los brazos y cuenta con la ayuda de un motor. Teniendo claro que ese modelo de handbike no es el que busco, me animó a ir a Valencia, la empresa donde él la había probado, para probar otras handbike que funcionasen únicamente con motor.

Después de escribirme por email con el dueño de la empresa, parece que podré probar una handbike eléctrica en Vitoria, a través de mi ortopedia habitual. ¡Qué larga se me va a hacer la espera!

A Xabi le queda poco para terminar los exámenes, y así podremos dedicarnos plenamente a preparar el viaje.

Después de enviar más de 100 correos electrónicos a los albergues, hostales y hoteles que tienen este tipo de contacto, hemos recibido un gran número de respuestas, algunas de ellas favorables. Ahora nos queda el trabajo de clasificarlas y buscar alojamientos adaptados en algunos finales de etapa.

Hay mucho trabajo que hacer, y todavía no hemos empezado a andar.

Otros que ya cumplieron su sueño

El viernes llegó el gran día para Txema. Ese señor que también deseaba llegar a la Catedral de Santiago de Compostela con su silla de ruedas, lo consiguió. Se encontró con su hijo un día antes, y juntos recorrieron el último tramo, donde su mujer había ido a esperarle.

Estos días también me he enterado que Txema y yo no somos los únicos chalaos a los que nos ha picado  el virus de peregrinar. Otros fueron más pioneros que nosotros, y no sólo consiguieron llegar, sino que allanaron el camino un poquito más, para que nosotros también podamos llegar.

Dejo aquí un par de enlaces de noticias sobre estos antecesores.

http://elprogreso.galiciae.com/nova/65189.html 

http://eldiablosobreruedas.wordpress.com/

Preguntando a los expertos

Hoy he ido a consultar a un experto. Alfredo es responsable del Gimnasio Zuzenak, que se dedica a la promoción del deporte para las personas con discapacidad. Se pueden encontrar practicar muchos deportes, desde la relajación o el yoga, hasta el baloncesto o el badminton de competición.

Hace tiempo iba a hacer gimnasia en Zuzenak. Pasé buenos ratos en los años que iba a clases de estiramientos y relajación, pero mi estado físico requería otro tipo de gimnasia y dejé de acudir.
 Decidí contarle a Alfredo mi inquietud por viajar por el Camino de Santiago, para que me asesorase sobre las sillas de ruedas, y otras ayudas técnicas, que me pudiesen servir para cumplir nuestro cometido.

Me ha contado que no conoce a nadie que tenga una handbike eléctrica que me pudiese dejar probar. Pero si conoce a personas que han hecho el camino con handbike manual … durante 600km! También me ha contado que podría poner una anuncio por si hubiera más gente que tenga ganas de viajar por El Camino y así formar un pequeño grupo.

Nunca se sabe cómo, pero poco a poco se van encontrando soluciones.... 

Un bache

Hace días que no escribo. No es que me haya aburrido de contaros cosas, es que lo que tengo que contar no es de agrado.

Realizando las primeras consultas en el foro de peregrinos ciclistas, me han desaconsejado la rueda delantera con asistencia eléctrica que pensaba utilizar. Al parecer, Txema, el pionero del camino en silla de ruedas, también barajó la posibilidad de utilizar esta rueda, pero la apartó cuando la probó, porque notaba que se bloqueaba en cuanto tocaba con los baches. Entonces eligió una handbike manual, igual que la eléctrica pero que se propulsa con unos pedales que se mueven con las manos.

Voy a buscar un lugar donde pueda probar los dos tipos, a ver cuál de los dos me va mejor, pero estoy un poco pesimista, ya que no creo que tenga fuerza en los brazos para mover una handbike durante 20km., aunque me ayuden en las cuestas.

En el foro de bicigrinos me han dicho que el camino comienza cuando se empieza a preparar el viaje. Por eso, entiendo que este problema es un bache en el camino…

Caminante

Bicigrinos

Pufff! Las vueltas que da la vida!

Ya he recibido alguna respuesta de los albergues a los que he escrito. Desde uno de ellos, el Albergue de Acacio y Orietta en Viloria de Rioja (La Rioja). No sólo me contestaron que aunque su albergue no era muy accesible harían todo lo posible para que pudiera pasar la noche alli, sino que me hablaron de un  foro de peregrinos en bici, en el que ha participado Txema, un señor de Lleida que en estos momentos está peregrinando a Santiago con una handbike a pedales, habiendo empezado en Logroño.

No sé si os podéis imaginar la alegría que sentí cuando me enteré. Rápidamente he entrado en el foro, leyendo poco a poco toda la información que se ha ido colgando, y haciendo alguna intervención para darle ánimos a Txema, que ayer se encontraba en Murias de Rechivaldo, justo pasando Astorga.

Desde aqui quiero agradecer a los bicigrinos, tanto por lo que he leído ya en el foro, como por su calurosa acogida.

Un sitio donde dormir

Una de las dificultades es encontrar lugares de parada accesibles, especialmente al final de cada etapa porque hay que pasar más tiempo y hacer más actividades (ducharse, descansar…).

Por el momento no he encontrado ninguna lista de albergues/hostales accesibles. En las guías sobre el Camino de Santiago, la información sobre la accesibilidad es anecdótica. Tal vez, porque sean pocos los establecimientos que cumplan todas las normas de accesibilidad. Pero como cada persona somos un mundo, y en mi caso no necesito que el albergue sea 100% accesible, voy comprobar si hay suficientes albergues que tengan las nociones mínimas para que yo pueda pasar una noche. En primer lugar, voy a preguntar directamente, por correo electrónico, a todos los albergues/hostales/hoteles que pueda.

Ya os iré contando las respuestas que obtenga…

¿Dónde empezar?

Aunque he tardado bastante en hablar sobre ello, hace tiempo que nos hemos dedicado a pensar en qué punto del Camino empezar nuestro viaje, uno parte de las más importantes del plan.

Al principio, nuestra aspiración era comenzar en Pamplona, ya que teníamos ganas de visitar tierras navarras con tradición  peregrina, y debíamos evitar pasar por los pre-Pirineos, por ser una zona montañosa difícil de transitar con la silla.

Poco a poco hemos ido moderando nuestras expectativas, ya que nos hemos dado cuenta que dejando atrás Pamplona se encuentra el Alto del Perdón, y otras pendientes de difícil tránsito.

Ahora estamos en la fase de estudiar mejor el plano del Camino, localizar los puntos negros y posibles alternativas, y enterarnos bien de la accesibilidad en los lugares donde pretendamos parar. De todo ello depende el punto de partida.

Primeros ensayos

Ayer hacía un tiempo buenísimo, y además cayó en domingo. Esos días en Vitoria hay que aprovecharlos.

Como coincidió que la fiebre por entrenarnos para peregrinar hasta Santiago era alta, decidimos hacer el primer entrenamiento.

Tras darle unas pocas vueltas, pensamos que una buena idea era caminar por el bosque de Armentia, en las afueras Vitoria, uno de los parques del Anillo Verde. Para ir acostumbrándonos a las dificultades del viaje, yo fui con una silla de ruedas manual, y Xabi empujando. Por si necesitábamos ayuda, llamamos a mi hermana para que nos acompañase.

Para ser el primer entrenamiento, he de decir que fue muy bien. Vamos haciéndonos idea de la realidad a la que nos enfrentamos, y se nos van ocurriendo posibles soluciones mientras hablamos del viaje con mucha ilusión.

Nos dimos cuenta de que los baches en el camino, y los charcos de barro, son grandes enemigos de la silla de ruedas, más que las cuestas. Aunque no debemos subestimar el peligro de éstas, sobretodo cuando son hacia abajo. Llegamos a la conclusión de que la handbike, de la que os hablé el otro día, va a ser una ayuda muy importante, al menos para surcar los tramos más abruptos. También caímos en la cuenta de que unos guantes, de tipo ciclista, ayudarían a empujar la silla sin dolor en las manos.

En total anduvimos unos 7 km, en terreno regular e irregular. Necesitamos ayuda de mi hermana en un par de puntos, los más difíciles, donde coincidían piedras, baches y cuesta empinada.

Para mi, también supuso una prueba de confianza. Ya que, como la scooter la conduzco yo misma, hace mucho que perdí la costumbre de fiarme de la persona que conduce la silla, y además nos movíamos por un camino difícil…

Xabi tiene buena resistencia para andar. Se cansó, pero no demasiado. De hecho, por la tarde volvimos a salir de paseo. ¡Empezamos con buen pie!

Ayudas técnicas

He estado buscando entre los modelos de sillas de ruedas más innovadores, a ver si existe algún modelo para hacer senderismo, o que esté preparado para andar por terreno abrupto.

Aparte de las búsquedas generales por Google, he rastreado la página Adaptado. En esta página se puede encontrar lo más nuevo entre las ayudas técnicas para personas con discapacidad. Hace años que la consulto de vez en cuando, bien por tener una necesidad concreta, o bien por curiosear y conocer a ver qué cosas inventan…

Bien.  Por esta página he podido conocer un invento genial. Se llama “handbike”. Se trata de una rueda grande, que se acopla a una silla de ruedas manual convencional. Las ruedas pequeñas delanteras, que tienen todas las sillas de ruedas manuales, quedan un poco levantadas, de manera que no llegan a tocar el suelo. De esta manera, apoyado solamente en las tres ruedas de mayor tamaño, se puede circular notando menos los baches del camino. Y por si esto fuera poco, existen dos modelos: uno que se propulsa con unos pedales que se mueven con las manos, y otro que tiene un motor eléctrico con batería recargable. En mi caso, necesitaría el que tiene motor eléctrico, ya que tengo poca fuerza en los brazos.

Además, he encontrado un fabricante Español que hace estos aparatos. En su página web (handbikes-batec.com)he podido enterarme más, y… ¡cada vez me gusta más!. Es posible acoplar una segunda batería, por si se quieren recorrer largas distancias. Se puede desenganchar de la silla en cualquier momento (por ejemplo, si se quiere andar por un interior). Vamos, una monada.

Me despido con unas fotos que he bajado de la web de este fabricante.

El equipaje

Un asunto importantísimo es la mochila. Hemos encontrado en múltiples lugares consejos sobre cómo llevarla. Aunque en ninguno se tenía en cuenta ningún caso como el nuestro.

Pensamos ir los dos andando. Mejor dicho, él andando y yo rodando (de ahí el título de este blog). Así que me imagino que en más de una ocasión necesitaré su ayuda para salvar alguna “barrera arquitectónica”. Por eso necesitamos buscar una manera de no cargar con la mochila, al menos la grande, y por supuesto, tampoco podemos cargar con la máquina que uso para respirar mientras duermo (algún día os contaré en que consiste este artilugio médico).

Las posibles soluciones que se nos ocurren son: conseguir un coche de apoyo o contar con la ayuda de porteadores para llevar nuestras mochilas. He visto en algún otro blog que los porteadores no son muy populares. No importa, me parece que en nuestro caso, aprovechar una “ayudita” para que nos lleven el peso no menguará la alegría de llegar andando a la Plaza del Obradoiro… si llegamos.

Empecemos a trazar un plan

 

El primer lugar donde fuimos a informarnos fue en la Asociación de Amigos del Camino de Vitoria, donde nos aseguraron que eligiendo la ruta de El Camino Francés, era posible transitar con la silla de ruedas. Por la información que nos ha llegado después, deducimos que el amigo que nos atendió, no hablaba con conocimiento de causa.

Pronto, en la maraña de red Internet, descubrimos la página que Ibermutuamur dedicó a la accesibilidad en el Camino de Santiago, donde se explica con bastante detalle la situación de la ruta, para que cada uno, según su capacidad y circunstancias, valore la posibilidad de recorrerla o no, eligiendo el medio de locomoción que crea adecuado, etc…

Por esta página nos hemos ido dando cuenta que el viaje es más difícil de lo que pensábamos. Ya que no sólo debíamos contar con las distancias largas de cada etapa, las desavenencias climatológicas, y la falta de accesibilidad de los puntos de parada, sino con los numerosos tramos de terreno irregular, y las cuestas pronunciadas hacia arriba y abajo.

¡Un detalle importante!

Siempre he pensado que lo más importante para conseguir hacer algo es desearlo de manera auténtica. Si en este caso, con esto bastara, no hubiéramos necesitado más que coordinar nuestros calendarios laborales y comenzar a andar. Pero existe una circunstancia algo especial, y es que yo uso una silla de ruedas para andar. Puedo andar unos pasos, con ayuda de unos bastones (como los de hacer senderismo) como una distancia de unos 10 metros, y para el resto me sirvo de diversas herramientas.

Esta es la scooter que normalmente uso para moverme por Vitoria, mi ciudad.

El por qué de esta página

Hace tiempo que mi novio me contó las ganas que tenía de recorrer el Camino de Santiago, y poco a poco me he ido empapando de la misma ilusión por recorrerlo.

Dejando, con respeto, las razones religiosas aparte, es un viaje que por una u otra razón han realizado millones de personas durante miles de años, viniendo de todo Europa, y de todo el mundo.

Por otro lado, pasear es una de las actividades más agradables (y baratas) que existen. Y si el paseo es en un medio natural, rodeado de campos de cereal, árboles, ríos y fauna ¿qué más se puede pedir, al menos en mi caso, siendo una urbanita?