Un asunto importantísimo es la mochila. Hemos encontrado en múltiples lugares consejos sobre cómo llevarla. Aunque en ninguno se tenía en cuenta ningún caso como el nuestro.
Pensamos ir los dos andando. Mejor dicho, él andando y yo rodando (de ahí el título de este blog). Así que me imagino que en más de una ocasión necesitaré su ayuda para salvar alguna “barrera arquitectónica”. Por eso necesitamos buscar una manera de no cargar con la mochila, al menos la grande, y por supuesto, tampoco podemos cargar con la máquina que uso para respirar mientras duermo (algún día os contaré en que consiste este artilugio médico).
Las posibles soluciones que se nos ocurren son: conseguir un coche de apoyo o contar con la ayuda de porteadores para llevar nuestras mochilas. He visto en algún otro blog que los porteadores no son muy populares. No importa, me parece que en nuestro caso, aprovechar una “ayudita” para que nos lleven el peso no menguará la alegría de llegar andando a la Plaza del Obradoiro… si llegamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario