El primer lugar donde fuimos a informarnos fue en la Asociación de Amigos del Camino de Vitoria, donde nos aseguraron que eligiendo la ruta de El Camino Francés, era posible transitar con la silla de ruedas. Por la información que nos ha llegado después, deducimos que el amigo que nos atendió, no hablaba con conocimiento de causa.
Pronto, en la maraña de red Internet, descubrimos la página que Ibermutuamur dedicó a la accesibilidad en el Camino de Santiago, donde se explica con bastante detalle la situación de la ruta, para que cada uno, según su capacidad y circunstancias, valore la posibilidad de recorrerla o no, eligiendo el medio de locomoción que crea adecuado, etc…
Por esta página nos hemos ido dando cuenta que el viaje es más difícil de lo que pensábamos. Ya que no sólo debíamos contar con las distancias largas de cada etapa, las desavenencias climatológicas, y la falta de accesibilidad de los puntos de parada, sino con los numerosos tramos de terreno irregular, y las cuestas pronunciadas hacia arriba y abajo.
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